Recomendaciones bibliográficas

Los comienzos de las bibliografías críticas eran unas auténticas guías de “Qué leer” para adquirir un conocimiento válido y útil. Hoy en día fenómenos de Internet como Librarything, Mi biblioteca de Google Books, Alexandria, Cue Cat, Book Rabbit, Shelfari, BookJetty, GoodReads o BookRabbit, nos permiten hacer anotaciones personales sobre libros que consideramos de interés y que nuestras anotaciones se hagan públicas, participativas, o simplemente que tengamos nuestra más o menos extensa lista de libros esenciales a leer, siempre disponible en Internet.

Recuerdo la importancia que en su momento tuvo El Canon occidental, de Harold Bloom. No dejaba de ser una lista de libros recomendables para su lectura con una pequeña recensión crítica. Ahora todos nosotros pedemos hacer nuestro “canon” occidental, oriental, septentrional y meridional o simplemente “casero” para nuestro grupo de amigos. Y además darle mucha más difusión de la que tuvo la obra de Harold Bloom. A comienzos de verano Evaristo Álvarez Muñoz me envió el libro de Gabriel Naudé “Recomendaciones para formar una Biblioteca”, editado recientemente por KRK, que tiene que ver con lo comento: algunas antiguas bibliografías se relacionan con los portales bibliográficos citados.

Naudé (1600-1653) fue bibliotecario del cardenal Mazarino y este libro muestra las ideas que sustentaron la formación de la Biblioteca Mazarina. El libro es todo un clásico de “cómo adquirir el conocimiento”, entendiendo por tal el conocimiento científico racional cuyos pilares aparecieron en el siglo XVII. Las anotaciones y las biobliografías, de autores citados, elaboradas por Evaristo Álvarez son tan interesantes como el mismo libro, de cuyo estilo literario participan (¡qué divertido!). “Recomendaciones para formar una biblioteca” nos habla del amor a los libros y sobre todo del amor al conocimiento; por supuesto que también habla de la organización las bibliotecas y de cómo elaborar una bibliografía.

El libro tiene validez todavía. Cuando el conocimiento científico se hace cada vez más especializado, cuando sólo se valora lo que está escrito en “revistas de actualidad científica” no nos deberíamos olvidarnos de los antiguos manuscritos, incunables y antiguas obras impresas relacionados con el desarrollo histórico del conocimiento que hoy llamamos ciencia. Estas obras ahora ya no son valorados ni conocidos por nadie, excepto por algunos eruditos y es una verdadera lástima . La Historia de la Ciencia es algo que en España se infravalora. Así pues, no estaría mal que los científicos especializados recuperasen las ganas de ver el bosque y sus raíces además de subir a su árbol particular lo más alto que puedan.

La bibliografía de las Recomendaciones…constituye un auténtico canon o recomendación científica a seguir en el siglo XVII, claro. Naudé recomienda la apertura de las bibliotecas al público para que cualquiera pueda entrar a cualquier hora , extraer lo que le apetezca, estar el tiempo que le plazca y disponer de todas las comodidades de consulta en público o en privado….
Ésto ahora se llama Internet, Open Access, Commons y Web 2.0, Web semántica y bibliotecas digitales. Sería interesante poner la lista bibliográfica de las obras recomendadas en LibraryThing, por ejemplo, hacerla participativa y enlazar en lo posible a los documentos citados que estuviesen digitalizados y disponibles en Internet. Tendría un gran éxito, sin duda.

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